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En este
trabajo intentamos plasmar las opiniones actuales acerca del uso y beneficios
o desventajas que tiene para la salud la amalgama de plata como material
restaurador en odontología y más concretamente en odontopediatría, a la luz
de la polémica suscitada acerca de ella en los últimos años debido al
mercurio que contiene. Analizaremos la opinión que tienen distintos autores y
estamentos de otros países y el estado actual de este material.
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Palabras
clave: amalgama de plata, mercurio, toxicidad.
ABSTRACT
In this work we'll try to show the most recent opinions about dental
amalgam's benefits and/or disadvantages when used as a dental restorative
material. We'll analize the literature regarding the great controversy that
mercury contained in amalgams has provoked the lasts years.
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Keywords: dental amalgam,
mercury, toxicity.
INTRODUCCIÓN
Entre
los materiales de restauración que con mayor frecuencia se utilizan actualmente
en odontopediatría, podemos citar los siguientes: (1) la amalgama de plata (en la que nos
centraremos en este trabajo); (2) loscomposites entre cuyas ventajas
podemos citar que resultan más estéticos y se adhieren a los tejidos dentarios,
pero tienen el inconveniente de necesitar una sequedad a veces difícil de
conseguir en los niños; (3) lascoronas de acero inoxidable en dientes decíduos
muy destruidos; (4) cementos de ionómero de vidrio, que no son
demasiado resistentes a la fractura, por lo que se desarrolló una variedad a la
que se le añadía partículas de plata dando como resultado los cermets y, desde 1992 (5) cementos de ionómero
de vidrio con resina fotopolimerizable que tratan de reunir
las ventajas de composites e ionómeros de vidrio, intentando obviar los
inconvenientes de ambos.
Debido
a la gran polémica suscitada en los últimos años acerca de la posible toxicidad
del mercurio contenido en la amalgama de plata utilizada como material
restaurador en odontología, centraremos nuestra atención en estos dos elementos
(el mercurio y la amalgama). La amalgama de plata se ha utilizado como
principal material para restauraciones en niños a lo largo de este siglo y ha
servido bien para su propósito durante muchos años. Este dato podría ser por si
solo un indicador de que su principal ventaja reside en la resistencia que
adquiere al ser colocada en una preparación adecuada. Sus principales
desventajas son su color oscuro, que no se adhiere a la estructura dental,
deterioro de los márgenes de la restauración y, actualmente una opinión poco
favorable acerca de su uso clínico suscitada por los reportajes quizás algo
sensacionalistas de hipotéticas consecuencias para la salud por el mercurio que
contiene.
TOXICOCINÉTICA
DEL MERCURIO:
El
mercurio se encuentra en el ambiente (general y laboral) en una gran variedad
de estados fisicoquímicos distintos, con propiedades químicas y toxicológicas
específicas. El metil-mercurio (Me-Hg) es uno del los contaminantes más
importantes de los alimentos, siendo una de las formas más dañinas para el
organismo puesto que se acumula en los tejidos, y, junto con el vapor de
mercurio elemental (eHg) constituye la fuente más importante de mercurio
potencialmente tóxico en los ambientes laborales.
Cuando
se miden los niveles de Hg en el cuerpo humano (sangre y orina), la
Organización Mundial de la Salud (OMS), acepta como válidos los siguientes
valores: entre 0-5 mg Hg/ml en sangre (hasta un máximo de 10) y 0-0,2 mg Hg/l
en orina, con un máximo de 0,15.
Los
primeros síntomas de intoxicación se dan cuando las concentraciones de mercurio
ambiental superan los 10-50 ug eHg/m3 desencadenando un síndrome
asténico-vegetativo inespecífico. Entre 60-100 ug eHg/m3 aparece anorexia,
pérdida de peso, insomnio, nerviosismo, vértigo, cambio del comportamiento y
disturbios psicológicos. A niveles ambientales mayores de 100 ug eHg/m3 se
observan los primeros síntomas de envenenamiento con alteraciones en el sistema
nervioso (temblores) y pérdida de peso.
La
cantidad de mercurio en sangre es un buen indicador para valorar el contenido
corporal de metil-mercurio en una exposición crónica a niveles bajos. Se debe
tener en cuenta que si el sujeto tiene un consumo de pescado elevado, pueden
registrarse hasta 200 ugHg/l. Aunque el mercurio en orina no es un buen
indicador del MeHg del cuerpo, sí es el más indicado para evaluar una
exposición laboral. La excreción por esta vía se ve muy influenciada por los
ciclos circadianos, por lo que se deberá tener en cuenta a la hora de realizar
el seguimiento de una exposición. El mercurio medido en el pelo se ve muy
influenciado por la ingesta de pescado y los factores ambientales1.
REVISIÓN
BIBLIOGRÁFICA Y ESTADO DE OPINIÓN
Continúa
la controversia a nivel mundial y se siguen realizando experimentos y estudios
para averiguar el posible efecto tóxico del mercurio ya sea en medios de
trabajo, el ambiental o el liberado a partir de las amalgamas dentales.
Con
el fin de organizar esta revisión, clasificaremos los trabajos en dos grupos:
a) los que consideran el mercurio contenido en la amalgama un elemento
potencialmente tóxico para la salud y b) los que abogan por la continuidad en
la utilización de la amalgama de plata como material de restauración en
odontología. Veremos como dentro de cada uno de estos dos grupos existen
autores que realizan diferentes estudios: experimentos con animales, estudios in vitro, estudios
retrospectivos, estudios comparativos, etc.
a)
Trabajos a partir de cuyos resultados, algunos autores podrían indicar la
reducción o retirada de la amalgama de plata para uso odontológico debido a la
posible toxicidad del mercurio que contiene:
1)
Estudios en animales de experimentación:
Son
experimentos en los que se somete a los animales a diferentes dosis de distintos
preparados con mercurio, lo que les provoca diversas alteraciones a nivel
somático y genético. Numerosos autores han realizado experimentos de este tipo
llegando a las siguientes conclusiones:
Los
derivados del mercurio pueden causar tumores de hígado en ratones2 y cambios en la
motilidad de recién nacidos de ratas preñadas sometidas a vapor de mercurio
inhalado a niveles que no causaban toxicidad en la madre3,4.
Otros
autores afirman que el vapor de mercurio induce la autoinmunidad de sujetos
genéticamente susceptibles, siendo estas manifestaciones dependientes de la
dosis5,6,7, así como tambíén
disminuye la capacidad reactiva del sistema inmunitario frente agentes externos8. También puede
provocar reacciones tóxicas cuando está presente como conservante de vacunas9. Summers et al., 1993)10 sugieren un aumento de
la resistencia al mercurio de las bacterias de la flora intestinal en primates
con obturaciones de amalgama.
El
fenilmercurio afecta la espermatogénesis en aves de corral11. También aumenta la
frecuencia de mutaciones en el ADN de células ováricas de hamster12. Complejos derivados
del Hg 2+ (EDTA y EGTA), que convencionalmente se había asumido que eran
biológicamente inertes, son potencialmente dañinos para el citoesqueleto
neuronal según Duhr et al. (1993)13.
2.Estudios
in vitro:
Hummert
et al. (1993)14 someten varias
preparaciones de amalgama a la acción de agentes blanqueantes dentales con
peróxido de carbamida y observan una activa oxidación de las amalgamas
liberando iones de mercurio en la solución.
3.
Estudios en grupos de población con enfermedades supuestamente relacionadas con
el mercurio:
Son
y han sido muchas las enfermedades que se relacionan con el mercurio, ya sea
contenido en medicamentos, inhalando vapores en lugares de trabajo, ingerido en
los alimentos, etc. Se ha relacionado con enfermedades tan
diversas como con el Síndrome de Young (sinusitis crónica,
bronquitis, bronquiectasia en hombres con azoospermia obstructiva)15; dermatitis atrófica, asma,
demencia, infarto cerebral, osteoporosis, hipertensión y diabetes en las que Nakagawa (1995)16 analiza cabellos y
pelo de gente enferma observando unos valores de Hg considerablemente mayores
que los de gente sana de la misma edad. Salonen et al., (1995)17 y Meltzer et al.,
(1994)18 demuestran una
relación entre la ingestión diaria de Hg a través de pescado fresco y el
aumento de riesgo de muerte por infarto agudo de miocardio, enfermedad coronaria y
enfermedad cardiovascular. También se ha relacionado con una mayor incidencia
de reacciones alérgicas por contacto de productos cosméticos en personas
sensibilizadas al mercurio19,20,21 o genéticamente
predispuesta22. Tandon et al. (1995)23 comprueban que los
valores de mercurio en riñón e hígado de personas afectas de esclerosis lateral
amniotrófica son mayores que los que presentan los
indivíduos del grupo control. Zaichick et al. (1995)24observaron que los
elementos traza Ag, Co, Hg, I y Rb se encontraban en mayor cantidad en nódulos
del tiroides tanto benignos como malignos. Estos resultados apoyan la hipótesis
de que la influencia directa de metales pesados juega un papel primordial en la
etiología del cáncer de tiroides. Henriksson et al. (1995)25, Smart et al. (1995)26 y Skoglund (1994)27 afirman que la
amalgama dental tiene un papel etiológico en el desarrollo de lesiones liquenoides en pacientes
predispuestos y debería ser eliminada y substituida cuando esté en contacto
directo con el liquen. Incluso en los casos con lesiones de larga duración con
pobre resultado de otros tratamientos se deberían eliminar todas las amalgamas
de la boca. Fuortes et al. (1995)28 documentan un caso de
intoxicación severa por mercurio en una familia en la que dos de sus
componentes sufrierontrombocitopenia.
Seidler
et al. (1996)29 realizan un vasto
estudio en Alemania con el que demuestran la influencia de factores ambientales
(entre otros un número significativamente mayor de amalgamas dentales) y
genéticos en la etiología de la enfermedad de Parkinson.
4.
Estudios en población profesional o accidentalmente expuesta a mercurio
(excepto odontólogos y personal auxiliar de clínica dental):
Se
utilizan varias formas distintas para medir la cantidad de mercurio presente en
el organismo: la cantidad excretada en orina30, la excretada en heces, la presente en
sangre o un análisis in vivo de fluorescencia y
radiología31.
Se
han hecho estudios en personas profesionalmente expuestas al mercurio y se ha
visto que aunque los niveles que presentan en orina y sangre entran dentro de
lo considerado "no peligroso para la salud", se observan alteraciones
de comportamiento32, disminución en la
atención perceptual, tareas motoras y humor33, alteraciones del sistema inmunitario34,35, en la visión del
color36, o un riesgo aumentado
de sufrir una insuficiencia renal crónica37.
En
casos de intoxicaciones se observan ya consecuencias más severas como una
disregulación del córtex posterior del cerebro, asociada con déficits de
atención y concentración y unos marcados niveles de agitación y ansiedad38, alteraciones en el
desarrollo del cerebro en fetos y adolescentes39,40, o un riesgo
aumentado de muerte por cáncer de pulmón41.
5.
Estudios en portadores de amalgamas dentales:
También
encontramos en la literatura trabajos en los que se comparan grupos de
indivíduos con restauraciones de amalgama de plata con personas que no
presentan este tipo de obturaciones. Todos ellos coinciden en que los niveles
de mercurio medidos en sangre, orina, heces, saliva42,43 o incluso en leche
materna44 son mayores en las personas
con obturaciones de amalgama que las que no las tienen. Estos niveles pueden
aumentar en personas portadoras de amalgamas dentales que además mascan chicle
con mucha frecuencia45,46 hallaron resistencia
de los microorganismos intestinales al mercurio y a distintos antibióticos en
los primeros días tras substituir las amalgamas dentales en un grupo de
pacientes, pero no así en la flora oral. Marcusson et al.
(1996)47 apoyan la hipótesis de
que puede haber pacientes con cierta predisposición a presentar alergia o
reacciones de intolerancia al mercurio de sus amalgamas dentales. Puede ser
posible identificar a estos pacientes intolerantes con pequeñas dosis de
mercurio inyectado percutáneamente. También Godfrey y
Campbell(1994)48 demuestran la naturaleza
insidiosa de la toxicidad crónica del mercurio con variadas presentaciones
clínicas al realizar un seguimiento de entre 1 y 4 años tras la retirada de las
amalgamas dentales en un grupo de pacientes y comprobar la remisión de sus
signos y síntomas clínicos. Henningsson et al. (1996)49 diferencian personas
sanas de pacientes aquejados por síntomas derivados de sus amalgamas dentales
mediante el Test de Mecanismo de Defensa con el que observan una latencia
generalizada en la percepción y pocas respuestas emocionales en el grupo de
pacientes.
Skare (1995)50 estudia la emisión de
vapor de mercurio (Hg0) a partir de la cavidad oral y la excreción por la orina
y heces en 34 indivíduos sanos portadores de amalgamas dentales. Extrapolando
estos datos a la población total sueca (8 millones), sugieren una emisión al
entorno de 100 kg de Hg0 al año procedente de una carga de obturaciones de
amalgama que contienen 90.000 kg de Hg. Ante estas cifras, el Parlamento Sueco
optó por cesar la utilización de mercurio en cualquier campo. Esta decisión
tomada en mayo de 1994, tiene como objetivo el acabar con el uso de mercurio en
cualquier tipo de procesos y productos en el año 200051.
6. Estudios en
profesionales de la odontología:
No
sólo se estudian los efectos que el mercurio contenido en las amalgamas
dentales tiene en los pacientes portadores de este tipo de restauraciones, sino
también cómo influye éste en los profesionales de la salud que están expuestos
a él (odontólogos y personal auxiliar). Foo et al. (1993)52 investigaron los
efectos neurológicos producidos en 94 dentistas expuestos a 0.017 mg/m3 de
mercurio durante 7,4 años, y compándolos con 54 controles se vió que la
puntuación obtenida en el test era estadísticamente menor para los sujetos
expuestos que para los controles. Este neurocomportamiento estaba relacionado
con la intensidad y el tiempo de exposición, indicando esto que los efectos
adversos son acumulativos. Estos resultados son apoyados por los obtenidos por Echeverría et al.
(1995)53: poca concentración,
labilidad emocional, irritación somato sensorial y cambios de humor en
odontólogos expuestos a concentraciones consideradas como biológicamente
aceptables frente a odontólogos no expuestos. Otro estudio en el que se
obtienen resultados similares es el llevado a cabo por Ritchie et al. (1995)54 en el que someten a 40
dentistas (20 con una edad media de 23 años y la otra mitad del grupo con una
media de 41 años) a un extenso test psicomotor de cuyos resultados se dedujo
que los dentistas mayores tenían tiempos de reacción más rápidos quizá por su
experiencia pero una peor recuperación de memoria, lo que, según los autores,
podría ser debido a una exposición crónica a bajos niveles de mercurio.
b)
Estudios cuyos resultados abogarían por continuar con la utilización de la
amalgama de plata como material de restauración en odontología.
1)
Estudios en población profesionalmente expuesta al mercurio:
Lo
que más se investiga al estudiar personas que en el trabajo están expuestas al
mercurio, es si éste tiene alguna incidencia en sus sistemas inmunológicos o
funciones endocrinas. Son varios los autores que en estudios comparativos entre
personal expuesto y no expuesto no hallan diferencias en ninguno de los
parámetros estudiados55,56,57,58.
2)
Estudios comparativos entre personas con obturaciones de amalgama y sin ellas:
Queda
demostrado que si se realizan análisis de orina, sangre o heces comparando
personas portadoras de amalgama con personas que no las llevan, los pacientes
con amalgamas dentales obtendrán unos valores de mercurio más elevados que los
que no las tienen pero la diferencia en orina es tan pequeña que no representa
riesgo alguno para la salud renal59. Igualmente queda
demostrado, que esta diferencia de mercurio no afecta ni resulta tóxica para el
funcionamiento del hígado ni del sistema inmunitario60,61,62. Tampoco se ven
afectadas ni las capacidades cognitivas ni perceptivas, ni la salud física ni
mental (memoria) en la población estudiada63,64. Tampoco se observan
diferencias significativas ni en la resistencia al mercurio ni a distintos
antibióticos en la flora fecal aerobia gram-negativa analizada65. En un estudio
comparativo en alumnos de Groenlandia66, se comprueba que no existen
diferencias de rendimiento en función de las concentraciones de Hg encontrado
en pelo, pero estas concentraciones sí estaban relacionados con los hábitos
alimenticios. Herrstrom & Hogstet (1984)67 constatan que los
niños estudiados que habían presentado cuadros alérgicos (eczema,
rinoconjuntivitis, asma) tenían un número menor de amalgamas dentales y de
cualquier restauración (composites, ionómeros de vidrio) que el 44% que sí
presentó cuadros asmáticos durante el curso anterior. Según Louwerse et al. (1995)68, los metales pesados
tampoco son importantes en la producción de alteraciones de las motoneuronas,
como en la esclerosis lateral amiotrófica o atrofia espinal muscular. Tampoco
existe relación entre los valores de Hg en sangre de niños recién nacidos y los
de sus madres portadoras de amalgamas dentales69. Incluso se ha
calculado70 la cantidad de
mercurio que se libera en un crematorio procedente de personas con obturaciones
de amalgama y sin ellas y, en ambos casos la cantidad detectada fue menor que
la permitida, por lo que no son necesarias medidas preventivas adicionales.
Recientemente
se ha sugerido que los campos magnéticos desprendidos por los monitores de
ordenadores pueden incrementar en un 400% la cantidad de Hg liberado de las
amalgamas dentales. Mullerminy et al. (1996)71 realizaron un experimento
in vitro a partir de cuyos resultados afirman que no se da ningún aumento
significativo en la liberación de mercurio debido a las exploraciones de
Resonancia Magnética Nuclear, por lo que no existe ningún riesgo incrementado
para la salud.
DISCUSIÓN
Hemos
visto que existen numerosos trabajos que nos hablan de la toxicidad del
mercurio, pero hemos de discernir claramente lo que es una exposición a niveles
tóxicos de ese metal (bien sea profesionalmente o por accidente) y la
exposición que tienen nuestros pacientes a través de sus restauraciones de
amalgama de plata. Otra vertiente de este tema es considerar a los odontólogos,
estomatólogos y auxiliares de clínica dental como personal
"profesionalmente expuesto", siendo la fuente de exposición la amalgama
dental en todo su proceso de batido, colocado en la cavidad, compactado,
bruñido y, en menor número de ocasiones la remoción de amalgamas antiguas por
necesidad o por demanda expresa del paciente, que es precisamente cuando más
mercurio se libera. En clínica deberán seguirse unas
precauciones básicas para reducir al mínimo la liberación de vapor de mercurio
al realizar una restauración de amalgama y prevenir exposiciones accidentales o
excesivas72. Deberemos trabajar
en espacios bien ventilados, utilizar la proporporción más baja posible de
amalgama/Hg, alejar la amalgama de fuentes de calor, utilizar spray de agua y
aspiración intensa cuando se levanten amalgamas antiguas o se pulan nuevas o
limpiar el Hg derramado y los restos que puedan quedar en el dispensador con la
aspiración o una tira adhesiva.
En
nuestro país no está tan extendido entre los pacientes el recelo hacia las
amalgamas dentales como en el Norte de Europa y en los Estados Unidos. A pesar
de ello, la población en general se preocupa cada día más por su salud y más
concretamente por su salud bucodental. Nuestros pacientes quieren saber qué
materiales se les coloca en la boca y porqué uno y no otro. En los adultos,
cada vez se solicitan mayor cantidad de obturaciones "blancas" pero
no por una posible toxicidad de la tradicional amalgama dental sino por un
requerimiento estético. En odontopediatría, dentro de todos los productos de
que disponemos hoy en día para restaurar dientes deciduales (sobre todo
molares) la amalgama de plata sigue siendo muy útil por su resistencia.
Creemos
que la polémica suscitada en torno a las amalgamas dentales podría ser algo
exagerada. De todos los estudios y trabajos revisados podemos deducir que
existe una pequeña parte de la población con una predisposición genética
(genotipo MHC)73 que la hace más
susceptible al efecto de las amalgamas dentales y en este pequeña parte de la
población sí podrían darse efectos colaterales de hipersensibilidad al
mercurio. Este grupo de personas suele presentar un trasfondo de alteraciones
inmunológicas, asma o hipersensibilidad a otros tipos de sustancias como
jabones, cremas, otros metales, etc. Se deberían intensificar los estudios para
identificar estos genotipos MHC susceptibles, tomando como referencia o punto
de partida los casos referidos de personas expuestas más fuertemente a metales
con reacciones sistémicas autoinmunes. También sería necesario realizar más
estudios para discernir si otra composición de metales en las amalgamas
dentales disminuiría el umbral de las reacciones adversas immunológicas como
parecen indicar estudios recientes7.
Por
otro lado parece desproporcionado creer que una o varias restauraciones de
amalgama liberen el mercurio suficiente como para causar enfermedades como la
esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer o artritis, según afirma la
National Multiple Sclerosis Society. Creemos que también ha quedado
suficientemente demostrado que la cantidad de mercurio ingerida o inhalada del
medio ambiente y a partir de los alimentos y el agua es mayor que la liberada a
partir de las amalgamas dentales. Además, tampoco sabemos a ciencia cierta que
cualquiera de los materiales alternativos esté totalmente libre de
contraindicaciones. Un trabajo reciente de Olea y Pulgar (1996)74 aparecido en la revista
Environmental Health Perspective analiza la posible toxicidad (estrogenicidad)
de los composites y selladores utilizados en odontología. Quizá, si se
dedicaran tantos esfuerzos a estudiar una posible toxicidad de otros materiales
dentales como se le han dedicado al mercurio, tanto a nivel clínico como de
laboratorio, tal vez también se encontraría la posibilidad de producir efectos
secundarios alérgicos o de hipersensibilidad en estos materiales más estéticos.
La
Food and Drug Administration, el National Institutes of Health Technology
Assessment Conference y el National Institutes on Dental Research de los
Estados Unidos afirman que la amalgama dental es un material de restauración
seguro y efectivo. En 150 años de uso, se han publicado únicamente 100 casos de
reacciones alérgicas a la amalgama dental en la literatura. En 1991, la FDA's
Dental Products Panel, afirmó que no había razón alguna para eliminar las
restauraciones de amalgama. Y el U.S. Public Service concluyó, en 1993, que
"no existía ningún motivo razonable para pensar que el evitar o eliminar
las amalgamas iba a suponer un efecto beneficioso para la salud". De
hecho, es desaconsejable substituir las amalgamas innecesariamente pues ello
puede causar daños estructurales en dientes sanos. A pesar de las presiones por
parte de la opinión pública, la Asociación Dental Americana sigue apoyando el
uso de la amalgama dental: el Organo de Opinión Consultivo en el que se
incluyen los "Principios Éticos y el Código de Conducta Profesional",
determinó según la resolución 42H-1986(Trans. 1986:536) que: "la remoción
de amalgamas en pacientes no alérgicos con el fin de eliminar sustancias
tóxicas del organismo es improcedente y poco ética cuando es una decisión
tomada únicamente por el profesional. Por otro lado, sí se acepta el cambio de
este material de restauración por otro distinto ante requerimiento expreso del
paciente pero tampoco fallará a su ética profesional si decide no atender estas
peticiones por no encontrar una razón médica suficientemente válida que
recomiende la adopción de tal medida. En cualquier caso, el odontólogo deberá
explicar al paciente en qué consiste esta técnica y la renuncia a la misma.
Determinar cualquier riesgo de daño en la estructura dental, discutir el coste
de la substitución y las ventajas y desventajas que conlleva el nuevo material.
Animar al paciente a que consulte con su médico de cabecera especialmente en
los casos en que el indivíduo está convencido de que la eliminación de sus
amalgamas mejorará su estado de salud (por ejemplo en casos de esclerosis
múltiple o artritis)" 74.
Por
tanto, la ADA coincide con las afirmaciones de la US Public Health Service en
que la amalgama dental continua desempeñando un importante papel en el
mantenimiento de la salud oral75.
Después
de contemplar en esta revisión las distintas posturas y opiniones que autores
de diferentes países tienen de la utilización de la amalgama dental, no
pretendemos ni abogar por ella ni rechazarla completamente. Simplemente
queremos reflejar que quizá nos parecen algo radicales algunos de los criterios
y puntos de vista expuestos. Creemos que en estos casos las opiniones pueden
haberse dado más por presiones por parte de los intereses comerciales de los
fabricantes de otros materiales dentales alternativos que han influido en la
opinión pública creando la alarma social más que por la amenaza real que pueda
suponer el mercurio contenido en las amalgamas dentales. Es evidente que es un
material cada vez menos utilizado y que cada día nuestros pacientes nos exigen
una mayor estética en sus restauraciones. Pensamos que la tendencia futura será
a ir utilizando cada vez menos la amalgama de plata, pero no debido a sus
posibles efectos dañinos o tóxicos para la salud sino gracias al impulso y los
avances en las investigaciones en otros campos que llegarán a encontrar
sustitutos mejores para restaurar la función y la estética del diente perdidas
por caries u otras causas.
A
pesar de todo ello, la amalgama sigue siendo un material válido para la
restauración de dientes temporales que deberán permanecer en la boca un corto
período de tiempo y cumplirán bien con su cometido. Teniendo en cuenta además,
que en los niños la demanda estética no es tan importante como en adultos, la
amalgama conserva su eficacia como material restaurador para dientes temporales
hasta la erupción de los permanentes. Sabemos no obstante que la frecuencia de
su utilización en odontopediatría seguirá descendiendo en los próximos años en
favor de materiales estéticamente más valorados, aunque de momento presenten
algunos inconvenientes en la técnica de aplicación trabajando con niños.
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Correspondencia: Prof. Joan R. Boj
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C/ Feixa Llarga s/n
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Barcelona